32: Estoy bien

Unas horas más tarde, me encontraba recostado en el sillón de mi casa, mirando televisión de forma distraída. Carla y Demian se habían marchado en cuanto llegamos, y mi madre estaba en la cocina preparando algo para comer.

De pronto, recordé que el médico me había prohibido fumar, pero en ese momento sentía una necesidad insoportable. Me levanté y busqué en mi chaqueta, pero no encontré nada.

Seguro se me habían acabado. De repente, escuché un sonido familiar y me giré al instante.

—¡Me diste un susto de muerte, estúpido!— Francisca apareció en la entrada de la sala, con las lágrimas apenas contenidas en sus ojos.

La miré, y sin pensarlo dos veces, me acerqué y la abracé con fuerza.

—Tranquila, estoy bien...— mi voz salió baja, pero sentí cómo ella comenzó a llorar con más intensidad en mis brazos. Algo dentro de mí se rompió, y una punzada de dolor me atravesó el pecho.

Odiaba verla llorar, especialmente si yo era la razón.

—No te creo, pero no importa...— se alejó un poco, y traté d
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP