Con Dana de vuelta al país las cosas han estado bastante movidas, ahora no solo estaban mis gemelitas, también estaba mi ahijado Tommy. Ellos, hasta que Alma estuviera en el hospital, se quedarían en el penthouse de los Konikov Guzmán, cuestión que me pareció de lo más lógico. Así, aprovecharía de quedarme con ellos unos días, a petición de la jefa para cuidarlos.
En estos días he estado viendo departamentos, como van las cosas me quedaría en Estados Unidos por un buen tiempo y no podía seguir viviendo en casa de los jefes, se sentía muy incómodo.
Así que heme aquí, en los suburbios de Queens para ver un bonito duplex con la corredora de propiedades que me lo está mostrando, con mucho profesionalismo, y está a punto de convencerme.
-Como verá, el edificio, es bastante nuevo y la ubicación excelente, este departamento fue refaccionado y ambientado para hacerlo lo más confortable para una pareja de recién casados.
-Eso veo.
-Usted y su esposa quedarían más que complacidos con...
-Oh, no, no, no. Estoy soltero, pero me gusta mucho, sobre todo la vista.
-Mmm, así que soltero. Eso es genial.
-¿Cuándo podría instalarme?
-Ahora mismo, hasta te podría ayudar...
-¿No necesita de mis antecedentes?
-Cualquier empleado de Scott y asociados no requiere de absolutamente nada de eso, con esa tremenda referencia basta y sobra.y- y esa frase daba la entrada a lo que quería saber.
-A propósito, entre sus clientes está mi amiga Daniela López.
-¿Quién? No me suena, déjeme ver, en los listados de clientes- con tanto encima no había podido entrar en el archivo de la muñequita de porcelana, pero sabía que todos los empleados de Scott y asociados trabajaban con esta empresa de corretaje, con eso mataba dos pájaros de un tiro, la chica tecleó en su computador, mientras me seguía mostrando su escote y yo ni tonto ni perezoso obviamente admiraba -. No, ella no es nuestra clienta ¿Estás seguro?
-Ella fue la que me los recomendó - me estaba transformado en un mentiroso en potencia, me salían tan naturales que a veces hasta yo me las creía-, pero no te preocupes Linda, el departamento me gusta, así que lo tomo.
Dos días después me estaba instalando en mi nuevo departamento, casi todo era nuevo, por lo que tendría por lo menos unos días para terminar de hacer la mudanza. Dana se había ofrecido para ayudarme y vendría el viernes que era el día en que no iba a ver a Alma, pues el incordio aparecía ese día en el hospital.
Mientras sacaba la nueva vajilla sonó el timbre de mi departamento ¿qué extraño? ¿será que Dana y mi ahijado vinieron hoy?
-Dana, no me digas que vinieron justo hoy que tengo todo patas arriba...
Abrí la puerta mientras refunfuñaba complicado por que mi amiga viniera hoy y me encontré con la visión más esplendorosa del mundo, una chica rubia de ojos azules que traía una bandeja de comida...
-¿Muñequita?
-Hola, soy tu vecina, Tabatha Sawyer, ayer Linda me comentó que llegarían nuevos vecinos y les hice una lasaña, pero justo se me acabó el gas, pero puedes terminar de calentarla en tu horno.- Me dice la chica, para sacarme de mi error ¡mierda! es que hasta la confundí con mi objetivo. Mi nueva vecina se invitó sola a mi departamento y comenzó a mirar para todos lados como si buscara algo o alguien y yo todavía estoy en shock por la similitud.
-Perdón, por el desorden- digo de la nada-, pero gracias por la amabilidad, la pondré de inmediato en el horno, justo estaba por llamar a algún delivery. A propósito, soy Jex Lester.
-Un gusto Jex - me da la mano y me sonríe con esa cara de que me está comiendo con la mirada y como no soy nada de lento la invité a comer conmigo.