Dentro de la limosina... Sí, limosina, había una variedad de bebidas para comenzar la celebración, pero lo más chistoso fue cuando Alma y Val sacaron unas coronas que decían la novia para cada una de nosotras.
Las tres nos las colocamos y sonreímos para la foto. Val me sirvió una copa de champagne para pasar los nervios y yo casi me la bebí de golpe.
-Tranquila linda, bebe despacio que sino el alcohol se te subirá a las nubes.
-Ya déjala mamá osa, que debe tener valor para la celebración- dijo Alma, mientras tomaba una bebida rosa-. No me mires feo, es limonada eh.
Todas reímos y seguimos conversando mientras las bebidas seguían pasando como si nada.
Llegamos al lugar designado y al salir noté que me había mareado, pero si solo me tomé una copita ¿o fueron dos? Val me tomó del brazo y nos adentramos al bar que estaba perfectamente decorado para la ocasión.
-Pero miren que hermosas mujeres han llegado a mi humilde guarida- nos dice un caballero fornido como de la edad de don Adam