La hermana Ángeles toca su hombro y Jex le sonríe como si fuera un ángel caído del cielo, creo que eso debe ser ella para él, pues se nota que ambos se quieren. Además, él le dice mamá y eso es hermoso. Jex se sienta en el puesto donde estaba la monjita y mientras ella va donde dijo que iba, le habla.
-Mamá Ángeles, aprovecha de decirle a Rosco que vaya a la camioneta, la jefa mandó provisiones, es como si hubiese sabido que hoy vendría y no me digas que es la primera vez, ya sabes que me gusta investigar.
-Está bien, mi chiquillo, le diré que vaya.
Jex le lanza las llaves a la hermana Ángeles y ella las recibe en el aire como la mejor catcher de besibol, suelta una risita para seguir su camino y adentrarse por otra puerta que debe ser la de la cocina.
-Ven, sígueme...
El innombrable toma mi mano y me hace levantar para llevarme a otra parte del edificio y yo que pensé que nos quedaríamos en el comedor, pero no fue así. El lugar es gigantesco y lleno de pasillos, si no fuera por los g