Las crudas palabras del innombrable me hacen bajar del cielo a la tierra en un santiamén. Es que cada una de las recriminaciones que hace tienen cierta verdad y como dicen por ahí la verdad duele…

Estamos estacionados frente a Central Park, después de que mi lindo esposo me ha cantado el rosario completito y juro que si no fuera porque me ha dicho varias verdades estaría comprando una pala y haciendo un hoyo en mitad del parque pues estoy a un tris de acriminarme con él.

Es que no fue solo haberme dicho todo lo que me dijo lo que me tiene indignada, sino que la forma en que lo dijo. Todavía siento que mi corazón está por salirse de mi boca después de que me habló al oído y restregó su barba de días en mi cuello, es que cada día me está haciendo más difícil aguantarme el no agarrarlo de ese cuello y besarlo hasta quedar sin aliento.

Para qué me voy a seguir mintiendo, Jex me gusta como hombre, me prende como nunca nadie lo había hecho y ha sido capaz de traspasar esa barrera que tenía