Lo que sentimos (1era. Parte)
El mismo día
Úglich, cerca de Moscú
Maskim
A veces olvidamos que elegir no es el destino, sino apenas el primer escalón de un largo ascenso. Y mientras más alto se pretende llegar, más se estrechan los caminos y más duelen las caídas. No basta con desear algo con fuerza; el verdadero desafío está en sostenerse cuando el suelo tiembla bajo nuestros pies, cuando los vientos de la duda soplan con fuerza y amenazan con desviarnos.
Recuerda que lo difícil no es tomar la decisión, sino mantenerse firme cuando las emociones comienzan a abrir grietas en la voluntad. Porque la verdad somos apasionados, impulsivos y casi todo el tiempo nos dejamos dominar por nuestras emociones. Y cuando el corazón toma las riendas, todo lo demás queda en segundo plano. La lógica, la sensatez…se esfuman. Ahí todo se puede arruinar sin darnos cuenta, sobre todo cuando se trata de conquistar el corazón de quien amamos en secreto.
¿Hay una salida? Tal vez la frialdad, tal vez una coraza que nos permita pensar con