Adrián mantuvo los ojos cerrados, se concentró en su respiración y trató de olvidarse de lo que acababa de suceder con Olivia.
“No puede ser cierto, la mujer hábil y diligente que crea códigos intrincados no puede ser así en la vida cotidiana, me está provocando, quiere hacerme volar de mis casillas, resiste Adrián, resiste que apenas es el primer día” –se dijo.
Cuando sintió que ella se acomodó a su lado en la cama dispuesta a dormir, se giró para quedar frente a frente, la miró con intensidad y notó cómo ella desviaba la mirada.
–¿Por qué me ves así?
–Eres hermosa Olivia.
–Gracias.
–Me siento feliz de poder estar así contigo.
–Claro, me hiciste firmar un documento para estar así.
–Te aseguro que no te arrepentirás –señaló al tiempo de extender su mano y posarla entre el cuello y la mejilla de Olivia, gesto que le impidió a la capitana seguir respirando.
Adrián se acercó lentamente hasta respirar el mismo aire, s