Él es un hombre tóxico, no conoce más que el dolor y la maldad, acostumbrado a tener el control. Ella es una chiquilla ingenua, llego al lugar equivocado, sin imaginar se enamora de quién debió odiar, cree que su amor puede cambiarlo, y puede ser una posibilidad que le costará muchas lágrimas, ¿estará ella dispuesta a vivir tal toxicidad?
Leer más—Nena, ¿qué haces allí? Esa habitación está ocupada, ven vamos —dijo la encargada del lugar —¿tienes alguna duda que yo pueda resolver?
—No, ninguna, Marcia. Todo está bien hasta el momento. Lo siento, no sabía que la habitación estaba ocupada. ¡Espera! Si tengo una pregunta después de todo, es que acabo de ver al jefe con una mujer, imagino que debe ser su novia. ¿Por qué él querría escoger una de nosotras como su acompañante si tiene novia? ¿Qué es lo que eso significa?—Nena está con esa chica porque seguramente ella lo buscó, la mayoría de las chicas no se resisten a él, lo de la acompañante es algo personal, como un capricho de él —explicó Marcia—. Se escoge una chica a la cual hace su acompañante exclusiva, eso significa que debe estar con él únicamente, aunque su única labor sea mantenerlos satisfecho sexualmente, esta chica recibe muchos beneficios, también tiene ciertas condiciones por así decirlo.—Pensé que era algo necesario, pero entiendo que solo es placer para él ¡Marcia! ¿Quieres decirme algunas de las condiciones? No tiene que ser todas, quiero saber las que sean como las más importantes o porque no mencionar los beneficios.—Por supuesto nena. Como beneficios tienen muchos, ganan mucho más, son tratadas mejor que el resto y tienen el privilegio de hacer ciertas cosas que otras no tendrán. Como condiciones es que aunque se te permita bailar no podrás mientras seas su acompañante coquetear y menos intentar estar con otro hombre que no sea él, tienen prohibido salir sin él o su chófer, entre otras cosas que no serán opciones sino obligaciones.—No me digas. Lo que hace el dinero, qué lujos y gustos puedes darte. Mira hasta compras a la gente necesitada como yo. Oye Marcia y ser su acompañante es opcional, es decir, si él me escoge, ¿puedo decir que no?—No es algo opcional. Nena y no es el quién las escoge, por lo general siempre se escoge a la chica antes de que ingresen aquí, él nunca ha tenido problemas porque conozco sus gustos y hasta el momento no se ha quejado de ninguna.—¡Vaya! ¿Así que han sido muchas chicas? Dime por favor que eres tú quien las escoge y que no me escogerías a mí.—No han sido muchas, de hecho tú serías la tercera.—¿Me has escogido a mí? No por favor, no quiero ser yo, ¿por favor puedes escoger otra? Mis compañeras estarían encantadas de ser la elegida, por favor Marcia, por favor.—Lo siento, pero ya no puedo elegir a otra, la elegida eres tú y lo siento, pensé que te gustaría, a todas les gusta, todas se vuelven locas por Hades, pensé que estarías feliz.—Marcia, pero como voy a estar feliz con lo que he escuchado y visto de este tipo, no quiero ser yo, me rehusó, quiero trabajar como las demás. Puedo pagar todo lo que pagaste extra por mí. No me importa, pero no quiero ser yo. Te pido por favor que consideres escoger otra chica.—Nena la siento, pero ya la decisión está tomada. Él ya sabe que serás tú, ya sabe de tu condición y ninguna de las otras chicas sería una opción ante ti. ¡Lo siento! Ahora debo irme, recuerda no husmear en las habitaciones, no lo temes en serio, es una broma, lindo resto de día.—¡Espera! Tengo muchas preguntas, si voy a hacer esto al menos dime algunas cosas, necesito saber más de esto por favor.—Nena, ahora no tengo el tiempo que esto requiere, pero no es gran cosa, te veré pronto.«¿Ahora que voy a hacer? No quiero ser yo quien sea la acompañante de ese arrogante Debería escapar, pero hay demasiada vigilancia, caminaré un poco más para estudiar el lugar y saber cómo puedo escapar de aquí, prefiero eso a ser la acompañante de ese tipo, Marcia ha dicho que es obligatorio porque tiene que ser así, mis compañeras se mueren por ser elegidas, porque me han elegido a mí, no he mostrado interés por él»pensé mientras caminaba desconcertada.Después de caminar un poco y no encontrar muchas opciones de escape, decidí volver. Era tarde y las chicas no estaban, me pregunté dónde estarían, alguien de la limpieza me dijo que estaban en el salón mayor, como no se sabía lo que era, pregunté a lo que la señora me explicó y mostró como llegar. Fui al lugar, pero no estaban allí. Estaban cenando, decidí unirme tras la explicación de lo que se suponía un profesor de baile.Había muchas chicas, éramos más de las que pude haber imaginado, no había espacio en el grupo con el que había llegado.Busque un lugar donde hacerme. La cena se veía realmente apetitosa, olía delicioso y tenía hambre, en el lugar donde me senté estaba el plato listo y la cena servida.Me di cuenta de que a solo unas 2 chicas estaba la que hacía unas horas atrás había visto en la habitación con el jefe, estaba presumiendo de ello, le decía a las chicas quienes le hacían muchas preguntas lo bueno y rudo que era en la cama. Escuche decir que él le hacía honor a su nombre, era un Dios. Por lo menos en la cama, decían ellas bien emocionadas.Había cumplido muchas de sus fantasías, que deseaba volver a tenerlo y esperaría cualquier oportunidad para ello. El resto de chicas que escuchaban deseaban lo mismo, una de ellas mencionó que sería muy afortunada la chica que eligieran.Decían que era una lástima que solo fuera dentro de las nuevas, hasta decían que ninguna de nosotras las nuevas estaban a la altura, comentaron de todo.Hasta escuché un poco de la anterior acompañante y de que la habían echado por haber incumplido la regla de oro, no estar con otro que no fuera el jefe.Hablaban de cómo había sido castigada muchas veces por él, me preguntaba que tipo de castigo podía haber sufrido, pero decidí seguir escuchando, durante toda la cena las chicas parecían no tener de que hablar más que del jefe. Del DIOS HADES.Era como lo estaban llamando. Eran unas tontas, como era posible que se sintieran así por alguien tan arrogante, no podía entender, tampoco me interesaba.—Puedo pasarlo —dije con la intención de ver su reacción.—No, no puedes pensarlo, es necesario que aceptes antes de que salgamos de la ducha. —Respondió al tiempo que me proporcionaba una fuerte nalgada.Deje escapar un fuerte gemido, sujetó mi rostro obligándome a mirarlo.—¿Te casas conmigo? —preguntó mientras me penetraba con rudeza.—Sí, si acepto Hades, pero…—No hables Zia, no es necesario que digas nada.Obedecí mientras lo sentía recorrer mi cuerpo con sus manos, Hades solía ser delicado con sus caricias, pero rudo con sus penetraciones.—Me perteneces Zia —susurró a mi odio —haciéndome tener un orgasmo.Antes de que pudiera decir algo me giró hacia él.—Es tuyo, nena, vamos ve allí abajo y tómalo, supe lo que tenía que hacer.Bastaron unos minutos para que su extinción lo llevará a cubrir mi rostro.—Cambiaré Zia, por ti, por nuestro hijo lo prometo —dijo mientras me fregaba la espalda.—Confío en ti Hades, sé que vamos a lograrlo, sé que nuestro amor será más fuerte que nue
Eso depende Hades, porque para ti la confianza implica sumisión y sabes que no soy sumisa. Me miraba sonriente, sabía que tenía razón, que para él la confianza implicaba que lo obedeciera, pero no era ese tipo de mujer. —Ve a ver a Ares —dijo. Se acercó, me dio un beso y dejó la habitación antes de que yo lo hiciera, estaba por salir y vi pasar a Betsy, decidí hablar con ella, tratar de llevar una relación por lo menos no conflictiva, quizás Hades tuviera razón, había estado con Esmeralda y no con ella. Hablé con Betsy y habíamos quedado de intentar por lo menos no ser enemigas, me dirigí a la habitación donde estaba Ares ya se había quedado dormido, le dije a la niñera que le dejara con él, mi pequeño era hermoso, sus mejillas redondas, su piel suave, era lo más hermoso que Hades le había regalado, sin duda alguna era lo mejor de ambos. Me recosté al lado de mi hijo, puse mi dedo en su pequeña mano, sentí como se aferró, estaba mirándolo y preguntándome como había salido alguien
—Lo que tú pides es controlarme y no va a ser así Hades, no soy como esas mujeres que te obedecen en todo, si no pones de tu parte no va a funcionar, —asegure —se acercó y empezó a mirarme de arriba abajo. —Ese es el problema, por eso me gustas, porque no me obedeces, pero te amo porque al final lo haces, tu Zia debes aprender a obedecerme, debes entender que funcionaremos mejor así. —Estás loco Hades, no voy a obed… Empezó a besarme y preguntar que si estaba segura, le asentí y me jaló con fuerza. — ¿Crees que vas a obligarme hacerlo? —pregunté —No, no te obligaré, tu sola lo harás, quítate la ropa Zia. —No me la quitaré Hades, haces esto para probar qué te obedeceré, además Ares está aquí, no seas descarado. Cogió su teléfono y le pidió a la niñera ir a esa habitación a cuidar a Ares. — pregunté—. ¿Qué es lo que planeas?. Hades no voy a quitarme la ropa, si quieres me la quitas tú. Tras unos minutos la niñera había llegado, él se acercó y me susurró que me esperaría e
Nuevamente, volví a mirarlo fijamente y supe que no había sido él, de haber sido él su reacción sería diferente. Pero se notaba un tanto sorprendido, la felicidad que le había generado, como si no lo supiera, y le alegraba que ahora estuviera recibiendo lo que según él merecía. Me enganché a su cuello y acaricie su mejilla y le respondí, que sabía que él no era culpable y acerque para besarlo y me detuvo. —¿Crees que soy inocente por miedo a culparme de nuevo o está llena de dudas?. ¡Mírame! ¿Me estás diciendo esto, pero crees que soy culpable? Responde Zia, cualquiera de las dos respuestas será aceptable y lo sabes.Me acerqué un poco más a él y lo miré, me enganché nuevamente a él para besarlo, conseguí que me correspondiera el beso, lo miré y le dije que confiaba en él, que creía y sabía que no había sido él, le dije que podía ver en sus ojos que no era culpable. Él me miró fijamente y volvió a preguntarme si en realidad confiaba en él o solo lo estaba diciendo para no equivocar
Me repetí lo mismo una y otra vez mientras me miraba fijamente para poder asegurarme de estar entendiendo lo que me decía a sí misma. Quería que me quedara claro que no podía seguir en una relación tan tóxica, por eso estaba dispuesta a intentarlo por última vez, después de eso las cosas acabarían, sabía que él me amaba y yo lo amaba a él también.Pero a veces parecía que el amor no era suficiente, era por ese motivo que teníamos que afrontar que quizás como pareja no íbamos a funcionar, concluí que lo quería intentar una vez más porque realmente lo amaba. Él decía que me amaba en el mismo modo que lo amaba a él, pero no era fácil para el demostrarlo, pensé en sus miedos, en todo eso que le impedía entregarse, decidí aprovechar esa oportunidad, sabía que tenía que hacer. Quería ayudarlo a confiar nuevamente en mí, haría todo lo que estuviera en mis manos para que esta última vez funcionaran, también le exigiría él un poco más, no podía dar el 70% mientras él solo el 30%, si quería
Lo estaban mirando mientras él dormía, acaricié su rostro y se movió, volteando su rostro a un lado. Cómo es posible que te ame tanto Hades, como puedes destruirme y aun así hacerme sentir segura contigo.Porque era así como me sentía a su lado, segura y amada, que nada podía dañarme, dormido no podía hacerme el daño que me hacía cuando estaba despierto.Nos habíamos hecho tanto daño, pero aun así nos amábamos, estaba segura de que él me amaba, me lo había demostrado al protegerme y en la manera que me había hecho el amor.Acaricié su rostro nuevamente, lo besé con cuidado de no despertarlo, recosté mi cabeza en su vientre, estaba quedándome dormida y sentí que se estaba levantando.—¿Te vas Hades?—Hola, lo siento, no quise despertarte, no iba a irme Zia, pero si quieres puedo hacerlo, solo iba al baño. ¿Quieres que me vaya?.—No, por supuesto que no quiero que te vayas, pero pensé que lo harías, está bien, ve al baño y te esperaré aquí. Él me sonrió y me acosté boca arriba, cerré l
Último capítulo