Capítulo: Lo Que Rompieron Por Mí
Punto de vista de Gael
El mundo le dolía.
Le dolían las piernas, los hombros, la cabeza... hasta los párpados,pero más que todo eso, le dolía el alma.
Ese lugar vacío donde antes habitaba su lobo.
Ahora, solo había silencio… y un hueco insoportable. Una grieta abierta donde antes sentía el calor de Nayara.
Despertó ahogado pero no de fiebre, no de pesadillas.
Ahogado en dolor.
Un quejido le arrancó el pecho como si se le desgarrara el alma.
El aire pesaba, el techo giraba, su cuerpo crujía como un vidrio astillado.
Pero nada dolía tanto como ese hueco.
Ese abismo donde antes vivía el vínculo.
Se incorporó como pudo.
El cuerpo temblaba, las manos sudaban, cada paso era una puñalada, pero no se detuvo.
No podía quedarse en esa cama.
—No... no acepto esto, —murmuró con la voz temblorosa—.
No sin hablar con ella.
Nayara.
Su compañera.
Su destino.
Su castigo.
Su única verdad.
—No acepto tu rechazo… no sin darte la