(Punto de vista de Nayara)
La plaza seguía envuelta en un silencio inquietante, pero Nayara ya no estaba en el presente. Su mente había sido arrastrada sin piedad hacia aquella noche que la cambió para siempre.
Recordó la llegada a la manada . El auto se había detenido en la parte trasera de la manada. Algo que le llamó la atención.El chofer, un hombre que no había vuelto a ver desde entonces, le había dicho:
—Disculpe, Luna. Me han indicado que entremos por aquí.
Ella lo había mirado extrañada, pero sin sospechar nada.
—¿Por qué no por la puerta principal?
—No lo sé, Luna Nayara . Solo sigo órdenes. Me dijeron que Luna Lidia estaba informada del cambio.
En aquel momento, Nayara había sonreído. Inocente y esperanzada.
—Quizá sea una sorpresa —había pensado—. Quizá Gael preparó algo especial. Quiero que se sorprenda de verme. Quiero verlo... abrazarlo. Decirle que ya estoy lista. Quiero ser madre ,quiero que nuestro cachorro nazca pronto.
Había vuelto sin avisarle a Ga