La verdad me golpea más fuerte que cualquier traición. El expediente de mi hermana, que murió en el exilio, escondido en ese cajón, arde en mi mente. La revelación no es que Cassian la haya salvado, sino que puso su carrera en riesgo para intentarlo. Me exilió a mí para proteger mi historial profesional, y él permaneció aquí, luchando en secreto hasta el final por su vida. Mi odio, la armadura que me sostuvo durante cinco años, ha sido pulverizado.
Lo más irónico, lo que me parte el alma, es que ahora estamos en la misma maldita situación. La paciente silenciosa, la razón por la que he regresado, no es mi hermana, es la suya. Es la hermana de Cassian la que ahora está en riesgo de muerte por el mismo conflicto de poder que destrozó mi vida. Él conoce el miedo que yo sentí; ahora lo está viviendo.
Thorne me dio un plazo: mañana al mediodía. Salgo de la oficina de Cassian, sintiendo el peso de la traición inminente. La presión es insoportable. Necesito aire, necesito ruido, necesito a Ry