Tenía los ojos tan oscuros por el deseo que parecían dos pozos sin fondo. A Tessa se le pasó por la cabeza que la iba a desnudar rápidamente, pero Eric le dio la vuelta lentamente y le colocó las manos en la cintura. A continuación, le desabrochó los botones y se quedó mirando su espalda desnuda.
Acto seguido, dejó que el vestido se deslizara por la piel de Teresa.
—Estabas muy guapa con él, pero sin él estás todavía mejor —suspiró.
A continuación, con dedos temblorosos por el deseo, le desabrochó el sujetador y se lo quitó lentamente. Tessa sintió que los pezones se le endurecían e intentó mantener la compostura mientras Eric la besaba por la nuca y sus hombros . Sin mediar palabra, se arrodilló detrás de ella y le bajó las braguitas de seda, dejándola única y exclusivamente con los zapatos de tacón.
A continuación, se puso en pie y Teresa se giró lentamente hacia él. Lo que vio en sus ojos hizo que el corazón le diera un vuelco. Eric la estaba mirando con deseo, por supuesto, pero