37.Necesito que confíes en mí.
Cuando salí del hipódromo, Derek me esperaba tal como acordamos al finalizar nuestra llamada. Cuando me recogió, noté que, a pesar de intentar hacer sus habituales bromas, lo percibí algo estresado. Al llegar a su casa, lo que más llamó mi atención fue la gran cantidad de todoterrenos oscuros estacionados frente a su residencia. De reojo, observaba a Derek como si nos hubieran transportado a una escena de película de acción.
—¿Vinieron todos los agentes del FBI por lo que pasó anoche? —preguntaba de forma un tanto sarcástica.
Su mirada se tornó ligeramente traviesa— Dudo que el FBI esté dispuesto a brindarme apoyo; más bien, creo que estaría encantado de capturarme.
—¿En serio? ¿Cuál es la razón? ¿Estás siendo perseguido por múltiples pagos de manutención? Porque según puedo asimilar tienes que haber tenido sexo con muchas mujeres.
—Por sorprendente que parezca no tengo ningún hijo, de eso me aseguro pues mando a investigar a las mujeres con la que me acuesto solo para estar seguro por