—¿Ah? ¿Qué dices? No la capto.
—Que vas a comprometerte con Helena Montesco, porque he decidido que es lo mejor para ti y punto final.
—¿Comprometerme con alguien? Estás loco, no pienso meterme con nadie así quiera o no —se volvió hacia él con los ojos saliéndose de sus órbitas—. Quizá, no lo sabes tampoco, pero detesto los compromisos y no lo pienso hacer…
— No hay otra salida. O lo haces o le dices adiós a la empresa.
Se carcajeó unas cuantas veces y se frotó los ojos, mirándolos con incredulidad. Y un cubo de hielo cayó sobre su hirviente sangre cuando se dio cuenta que estaban hablando en serio.
—¿Te has vuelto loco, eh? ¿Se han vuelto locos o qué les pasa? ¡No me pienso meter con nadie, entiéndalo, con nadie! —pateó la mesa con desesperación y se giró hacia su madre, que no decía nada tampoco—. Pueden irse con sus porquerías de relaciones a donde mejor les parezca —tomó su chaqueta y corrió hacia la puerta—. Me largo.
—Me parece bien, Ethan estará muy alegre de tomar tu lugar. He