Santiago le señaló alguno de sus lugares favoritos de la urbanización. Un árbol que solía
escalar, el parque en donde jugaba fútbol o procrastinaba hasta la hora de la cena, mientras leía algo o escuchaba música. Finalmente, llegaron a la casa y Christina se sorprendió de ver tantos autos estacionados frente a la misma.
-Te espera mucha gente.
-Ha venido parte de la familia de mi madre a la ciudad, así como la de mi papá.
-Wow, en mi casa somos mis padres y yo, ninguno de mis abuelos está vivo. Están las
hermanas de mi papá, ellas son geniales, igual que él... Me gustaría presentártelo, a ellas y a mis primos también.
-Cuando quieras.
-Sí, es que estaría bueno que se fuesen conociendo, sabes que mi mamá y yo no estamos del todo bien, así que al menos conoce a mi papá. Aunque no sé, llegada las fiestas, supongo que tendré que dar mi brazo a torcer e ir a casa para navidad. -Santiago observó a su novia decir todo eso llena de tristeza, se notaba que el tema materno la afectaba profundam