Cyrus parpadeó, con una mezcla de estupefacción y contrariedad que le salpicó el rostro. Shane soltó una carcajada suave ante la expresión de su amigo.
—Vamos, no pongas esa cara. Será divertido y... curioso. Como hace un experimento con una especie rara sacada de las profundidades del mar.
El semblante de Cyrus se desencajó por completo y sacudió la cabeza, sin poder creer lo que el imbécil de su amigo estaba diciendo y sugiriendo.
Se puso en pie y ante la divertida mirada de Shane, caminó hasta la puerta. No quería que la señorita Davison escuchara una sola palabra de lo que el idiota estaba proponiéndole. Antes de cerrar la puerta, le echó un vistazo a su secretaria; estaba ensimismada en su trabajo, con la cabeza gacha mientras revisaba unos informes y hacía anotaciones en él; ignorando lo que en la oficina de su jefe se estaba hablando.
Cyrus cerró la puerta suspirando y le puso el seguro para que ella no pudiera entrar de imprevisto, luego regresó a su escritorio, pero cuand