Mario se levantó enfadado de la cama, entró en el cuarto de baño y pude escuchar cómo caía el agua de la ducha imaginándome que se estaba dando una ducha de agua fría dado que tenía muy empalmada su virilidad cuando se levantó. Sabía que me deseaba, sus ojos no me mentían, pero Mario no quería demostrarme lo que él verdaderamente me deseaba, o lo que de verdad quería, que fuera que yo le diera placer, estaba confusa en ese momento ya que me había pagado como si fuera cualquier mujer de la calle. Mario era multimillonario si y muy atractivo, tambien tenia antes de conocernos sexo habitual con quien a el se le antojaba sin necesidad de enamorarse de ninguna mujer, aunque habia intentado ser cortes conmigo y admitirme en su vida, no era porque yo le gustara, si no para darle una madre a su hijo. Creo que ninguno de los dos pudimos dormir bien esa noche, porque a la hora de desayunar en la cocina todos juntos, los dos teníamos unas ojeras muy grandes.
Se le notaba que Mario seguía molest