El hombre pasó rosándole el hombro - Ah - se acercó a la niña y la tomó en brazos antes de voltearse. Hablándole a ella - mira, este es el joven de quien te he hablado - La niña tenía los brazos rodeando el cuello de su padre, escondiendo la cabeza para sacar sólo un par de ojos tímidos - Vamos - el hombre la movió - ¿no querías conocerlo? - la niña terminó de meter la cabeza - ¿ahora eres tímida? - rio.
-Está bien. No la fuerces - Teo dio un paso adelante, para quedar dentro de la casa - se ve muy bien.
El señor rio de nuevo. Como si esa fuera su forma de parecer amable - Sí. La tos disminuyó. Se puede mover más sin agotarse - miró hacia abajo. Donde la niña se escondía - Verá, antes no podía ni respirar por los ataques de asma. Ella ha sido así desde pequeña, pero cuando perdí el trabajo no pude comprarle la medicina.
-¿dónde trabajabas? - Teo pretendía platicar un poco para no marcharse de manera mal educada.
-En la gran bodega a cinco cuadras del puente - acomodó a la niña, quien y