Sol se estaba volviendo un puto dolor de cabeza agudo. ¿Por qué quería ver a su padre? ¿Acaso es estúpida? ¿Necesita sufrir más?
Me jode que llore por esas cosas tan estúpidas. Me gusta cuando soy yo quien la hace llorar, eso me hace entender que yo controlo sus sentimientos y emociones en ese breve instante.
Soy un miserable y no me importa. Ni siquiera mi fuerte atracción por ella me hará ser blando. No voy a parar hasta meterme tan profundo en su cabeza, que no pueda estar sin mí.
Y es tan fácil confundirla... Se está resistiendo porque no es ninguna tonta, pero aun así, caerá a mis pies. Me dedicaré a estudiar cada rincón de su cerebro hasta lograr impregnarme en lo más profundo de él.
Si de algo estoy seguro es de que va a caer...ella no es ninguna muralla China y yo soy bastante encantador.
Reí.
Subí las escaleras y toqué la puerta de su habitación con dureza. Que no tenga ninguna deuda monetaria conmigo no significa que no tenga una por el rescate.
Abre la puerta aún con los oj