Estoy en el hospital.
—Afortunadamente no está embarazada, señorita. Pero si no quiere quedar embarazada ahora —me dice que tiene un par de gemelos de un año—, le aconsejo tomar anticonceptivos. Por lo visto, usted es muy fértil y sus probabilidades de embarazo son muy altas, ya que libera más de un óvulo en su ciclo menstrual.
Ahora entiendo por qué quedé embarazada tan rápido.
—Sí... por favor. Quiero tomar anticonceptivos.
Dije sin pensarlo.
Me hicieron analíticas y todo salió perfecto...ahora me tocará tomar pastillas todos los días.
Vuelvo a casa y mis hijos están jugando en el piso. Ya logran sostenerse en pie, apoyándose del sofá.
Se dejan caer sentados en cuanto me ven y gatean riendo hacia mí cuando les hablo.
—Mis preciosos. —les digo sonriendo emocionada.
Y ellos me llaman.
—Mamá
—Mamá
Me dejo caer para recogerlos con emoción y les doy un beso a cada uno.
—¿Cómo se portaron? —pregunto a su nana.
—Muy bien, señora. Dan es algo más complejo, pero lo he mantenido entretenido.