Heridas en la piel

Esta delicioso. No sabía que este ser sin alma y oscuro podía cocinar tan delicioso.

Pero no logro comer mucho.

Como mi madre me obligaba a cocinar mi propia comida, había veces que no tenía tiempo y simplemente podía pasar todo un día sin comer, solo probando una fruta.

Mi estómago no estaba acostumbrado a comer grandes porciones, y él me sirvió demasiado.

No sé cómo decirle que ya no quiero más; me dejó claro que debía comerlo todo.

Cuando aparto el plato, queriendo pasar desapercibida, él frunce el ceño.

—¿No te gustó? —me pregunta.

—S-sí... estaba delicioso, pero me siento saciada. Gracias por la comida—

Se levanta de repente, y mi corazón se acelera temiendo lo peor.

Me entrega un frasco y un vaso con agua.

—Son vitaminas... Eso ayudará a mejorar tus ganas de comer. Ya veo por qué estás bajo peso—

—Ya le dije que no se preocupara por mí... llevo mucho tiempo así— murmuro.

—Me da igual. Trágate las pastillas— suspira, y yo obedezco.

Me levanto con cuidado y me voy sin decir nada m
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App