Capítulo 76 — Conociendo a un nuevo duque en el Invernadero
El Conde de Derby revisaba el reloj de bolsillo por quinta vez en menos de diez minutos. El evento avanzaba sin contratiempos, Virginia y Charlotte se habían reunido para conversar, y lo único que faltaba para cumplir su plan era la llegada de una persona sumamente importante.
Por fin, entre la multitud que comenzaba a concentrarse cerca de la exhibición principal, lo vio. Alto, impecable en su porte, con un aire de elegancia pulida que parecía envolverlo como un manto: Guillermo Seymour, duque de Richmond.
— Por fin —murmuró el conde con alivio, y se dirigió hacia él de inmediato.
El duque lo vio acercarse y sonrió con una mezcla de disculpa y cortesía.
— Edward Herbert, viejo amigo —saludó, inclinando la cabeza apenas—. Mis más sinceras disculpas por la tardanza. Un asunto inesperado me retuvo más de lo previsto.
— No importa —respondió el conde, estrechando su mano con firmeza—. Ya estás aquí, y eso es lo esencial. Ven, ac