Capítulo 63 — Cabalgatas y Conspiraciones

El día posterior a la boda de Clara Rotten, ahora señora Smith, Virginia aunque cansada, se levantó temprano. Había decidido comenzar sus lecciones de equitación esa mañana, una costumbre de la sociedad londinense que había decido aprender para distraer su mente de los pensamientos que la atormentaban, especialmente los que llevaban el nombre del marqués de Northfolk.

Lo que ella no sabía era que su jornada se vería interrumpida por una visita completamente inesperada.

Cuando el carruaje se detuvo frente a la entrada principal, el mayordomo se apresuró a anunciarlo.

— Señorita Virginia, ha llegado un visitante desde Londres.

Virginia arqueó una ceja, sorprendida.

— ¿Desde Londres? ¿Quién podría ser?

El mayordomo se aclaró la garganta.

— El señor Sebastian Corner, señorita.

— ¿Sebastian Corner? —repitió Virginia, incrédula—. ¿Qué hace él aquí?

No tuvo tiempo de preguntar más. En ese instante, el propio Sebastian apareció en el umbral, sonriendo