Randall salió apresuradamente de la empresa, el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de un naranja sombrío.
Había recibido un mensaje urgente de su esposa, Bianca, que le pedía que regresara a casa de inmediato, asegurándole que tenía una sorpresa para él.
El corazón de Randall dio un pequeño salto al leer esas palabras.
Después de todo, no había mucho que pudiera esperar de su vida en ese momento, pero las sorpresas siempre despertaban algo de curiosidad en él.
Sin embargo, aún tenía una reunión en un restaurante, algo que no podía evitar si quería mantener el rumbo en sus negocios.
La reunión fue corta, de esas que no dejan nada más que un par de palabras vacías y promesas que nunca se cumplen.
Pero Randall ya no estaba en el estado mental adecuado para prestarle atención a eso.
El mensaje de Bianca había quedado grabado en su mente, resonando en cada paso que daba al salir del restaurante.
Aun cuando la reunión terminó, algo en su interior le pedía que no se demorara más, que f