AUTOR (POV)
Los dedos de Dafne se curvaron contra las piedras ásperas mientras la voz de Atenea retumbaba como un trueno en sus venas. Las sombras a su alrededor palpitaban con una energía oscura—una fuerza antigua que hacía temblar la tierra misma. Ya no era la mujer frágil y temblorosa de antes. No, el poder dentro de ella había despertado—salvaje, ardiente y despiadado.
El aire chispeaba a su alrededor como relámpago atrapado en una jaula. Sus antes dulces ojos azules brillaban ahora con furia dorada y divina, y cada respiración que tomaba llenaba el abismo con un calor vibrante.
El gruñido de Atenea resonó dentro de ella.
“Pensaron que podían enterrarnos. Pensaron que la oscuridad nos rompería. Ahora… que vean lo que han desatado.”
Dafne se alzó, su vestido desgarrado ondeando como cenizas a su alrededor, el cabello azotado por la ráfaga de energía pura. Las sombras que antes la aterraban ahora obedecían su voluntad, doblándose y arremolinándose en torno a sus tobillos como bes