CAPÍTULO 26. Bailes y fantasmas
CAPÍTULO 26. Bailes y fantasmas
¡Era una maldit@ tortura no poder restregarle hasta los pensamientos, pero estaban en la posición más pública posible y Rowan no podía dejar que nadie descubriera su secreto todavía.
Después de aquel beso que hizo sonrojar hasta a las señoras mayores, vinieron las felicitaciones, las copas alzadas, los brindis, y las sonrisas fingidas y verdaderas por igual. Había quienes celebraban con sinceridad, y otros que brindaban como si tragarse el champán fuera la única forma de pasar el trago amargo de ese matrimonio apresurado.
Raven, todavía sobre una nube entre la emoción y la incertidumbre, se aferró a la mano de Rowan mientras los invitados les deseaban suerte, amor y, cómo no, bebés. Y él sonreía con ese aire despreocupado que usaba como armadura, pero en sus ojos había algo más… algo que solo ella podía ver.
—¿Lista para nuestro primer baile, señora Harrelson? —le preguntó Rowan sin un solo rastro de vergüenza.
—Solo si me prometes que vamos atropellar