CAPÍTULO 89. Bromas y sorpresas
CAPÍTULO 89. Bromas y sorpresas
Siete meses después.
Siete meses habían pasado desde aquella noche caótica en la azotea, y ahora la vida de Rowan y Raven se veía muy distinta.
Habían extendido aquella luna de miel como solo ellos se merecían, y ahora regresaban a Chicago porque el nacimiento de su bebé estaba cada vez más cerca. El viaje había sido largo, pero la emoción superaba cualquier cansancio. Y cuando por fin el coche se detuvo frente a la casa, Raven se quedó mirando a Rowan con una mezcla de nervios y ternura.
—No puedo creerlo… —murmuró ella, acariciándose la pancita que ya estaba enorme—. Estamos de vuelta, y a punto de ser tres.
Rowan sonrió, inclinándose para besarle la frente.
—Tres… y los tres juntos. Así tenía que ser.
Pero aunque la mansión pareciera completamente tranquila, apenas cruzaron la puerta, las luces se encendieron de golpe y un coro de voces los recibió con entusiasmo.
—¡¡¡Sorpresaaaaa!!!
Raven abrió los ojos de par en par y se llevó una mano al pecho. J