CAPÍTULO 88. Un perdón y una luna de miel
CAPÍTULO 88. Un perdón y una luna de miel
El doctor Jhonson revisó a Raven con calma, tomándose su tiempo. Le hizo la ecografía sin prisas y anotó un par de cosas en su carpeta. Rowan no despegó los ojos de la pantalla ni un segundo; sentía que cada gesto, cada palabra que el hombre dijera podía definir el rumbo de su vida.
—Todo va por buen camino —aseguró finalmente el médico, con una media sonrisa que buscaba transmitir confianza—. Todo está bien con el embarazo y tú estás respondiendo bien. Pero —añadió, levantando el dedo con firmeza—, lo más importante ahora es que sigas descansando. Nada de preocupaciones ni esfuerzos.
Raven suspiró, recostándose de nuevo contra las almohadas. Su piel aún estaba pálida, pero en sus ojos había un brillo leve de alivio.
—Créame, que se frijolito que está ahí lo vale todo —murmuró y Rowan se inclinó hacia ella, sujetándole la mano con fuerza.
—¡Pues listo, cachorrita, tú a descansar! Deja que yo me ocupe de todo lo demás. —Su voz salió firme, casi