REY DE OROS. CAPÍTULO 5. Apuestas entre amigos
REY DE OROS. CAPÍTULO 5. Apuestas entre amigos
Alaric se tensó por un instante. La idea de tener a una monjita citándole la Biblia en cualquier conversación imaginable le provocaba un vértigo cómico, una mezcla de terror y… más terror. Podía imaginarse la escena: despertando un lunes cualquiera y escuchando un “Efesios 5:18” y de repente ¡pum! Le quitaban el wiskhy de las noches de póker.
Pero por más que su mente juguetona lo aterraba con posibles futuros sermones, la verdad era que se había quedado sin excusas: debía aceptar la realidad.
—Está bien —dijo finalmente, intentando mantener la calma—. Por mi parte, acepto ese matrimonio.
El cardenal Pietro sonrió como si hubiera ganado una medalla invisible. Sus dedos tamborilearon con satisfacción sobre el mantel, imaginando ya la ceremonia y el contrato de bodas firmado en el corazón de Roma.
—Entonces —anunció con voz firme y triunfante—, prepararemos la boda para dentro de un mes, que se celebrará aquí mismo en la ciudad. ¡Y no te p