STEFANO HARRISON
De pie frente a un grupo de pandilleros se debate sobre el próximo encargo de armas. Tore está sentado en el medio fumando un cigarrillo y con la otra mano sostiene una copa de licor.
Últimamente han ocurrido pequeños inconvenientes que tienen nombre y apellido. Hugo Di Santi actual líder de una organización que se dedica al tráfico de diamantes y joyas que cuestan una fortuna. A la edad de 19 años ha construido un imperio colosal, pero al parecer ha intentado inmiscuirse en el tráfico de armas, mal por él, porque se está ganando enemigos como King y otros capos.
–Di Santi envió armamento a Turquía a un precio bajo. El muy hijo de perra solo usa las armas para vender sus malditas joyas. No le interesan, pero les gusta jodernos– Uno de los hombres muestra su arma. Está impaciente por despellejarlo vivo.
No es el único.
–Cuánto fue el monto– El hombre revisa un documento y avienta la carpeta cerca de Salvatore.
–Dos punto cinco millones en armamento vendidos