Noe tiraba puñetazos y patadas a diestra y siniestra para poder golpearlo, pero Gaby era muy rápido y no llegaba siquiera a rozarle. Su frustración y enojo la estaban volviendo cada vez más ciega y más impertinente. Eso en definitiva no ayudaba para poder golpearlo. Pero lo que más le hacía enojar, era que él no la golpeaba, ni siquiera amagaba con darle un derechazo. Gaby se limitaba a defenderse, a esquivarla. Se movía de un lado a otro con gran agilidad, pero no le tiraba ningún puño y eso a ella la estaba molestando en demasía. Se sentía menos que él. Él la hacía sentir menos y no podía controlar la rabia que se aglomeraba en su interior porque Gaby la tratara como una débil y minúscula mujer.
—¿Vas a golpearme o no? —grita ofuscada y con la respiración agitada.
—No va a hacer necesario —Gaby le dedica su media sonrisa provocadora y se agacha para luego saltar hacia atrás rápidamente cuando Noe le tira una patada, que iba directo al lado derecho del rostro masculino.
—Si uno no mu