Al llegar el momento de los votos, el joven es el primero en hablar, sus manos sudan y su corazón está a punto de salir disparado, pero hace caso omiso y comienza su voto de amor.—Hoy es unos de esos días que más feliz me has hecho, cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo que pasas a mi lado, me haces un poquito más feliz, no tienes ni idea del hombre en que me conviertes compartiendo tu vida conmigo. Amo todo de ti, tus silencios, tus palabrerías, tus arrebatos; tus enfados son los que más amo, como te pones roja y tus ojos cambian de grises a azules, como se te arruga la frente y la nariz cuando estas concentrada o como tuerces la boca y tus ojos brillan cuando estas pensando en alguna maldad —Esto hace reír a más de uno—. Amo las sorpresas que siempre tienes para mí. Soy tuyo, Ángel, como te dije hace un momento con esa guitarra, que debo aclarar me costó más de un mes aprender a tocar esa sola canción. Soy tuyo. Soy tuyo desde el primer día que me atropellaste en el aeropu
Leer más