Lucas se acerca a Aye ya Mateo; poniéndose de puntitas de pie toca un poco fuerte el hombro de Mateo imitando lo que vio hacer a su tío cuando quería llamar la atención de Alex para dejarlo bailar con Aye, Mateo se gira y lo observa un poco confundido.
—¿Qué quieres, enano?
El niño frunce el cejo al escucharlo llamarlo enano.
—No me llames enano, creo que no te di esa confianza.
—Ustedes tienen problemas de actitud —masculla Mateo recordando a Aye de la misma edad de Lucas diciéndole prácticamente lo mismo cuando él la llamaba Peque—. ¿Qué quieres, Lucas? —corrige para satisfacción de ambos Betanckurt.
—Es mi turno de bailar con mi hermana —responde, elevando la barbilla, provocando con eso que Mateo sonreía divertido.
—¿Y sabes bailar Valls?
—Por supuesto que sí —contesta el niño con la frente en alto y cruzando sus brazos al torso.
—Bueno, si me lo pides de tan buena manera, es toda tuya, grandote —Accede sin dejar de sonreír, era obvio que le divertía demasiado esa situación y debí