El sol de la tarde se filtraba por las cortinas del despacho de Enzo, proyectando sombras alargadas sobre los documentos esparcidos en su escritorio. Llevaba horas revisando contratos, pero su mente vagaba lejos de allí, hacia Valeria. Últimamente la notaba distante, como si algo la perturbara y no quisiera compartirlo con él.

Enzo se pasó la mano por el rostro, intentando disipar la inquietud que lo carcomía. Desde que habían decidido estar juntos, habían superado obstáculos que parecían insalvables. Sin embargo, ahora sentía que algo amenazaba con separarlos nuevamente, una sombra que no podía identificar.

El teléfono vibró sobre la mesa. Era un mensaje de Valeria.

"Llegaré tarde esta noche. No me esperes despierto."

Frío, distante, sin explicaciones. No era propio de ella. Enzo apretó el teléfono con fuerza, conteniendo el impulso de l