Mundo ficciónIniciar sesiónEl whisky ardía en la garganta de Enzo mientras observaba las fotografías en su teléfono por decimoquinta vez. Cada imagen era como un puñal que se clavaba más profundo en su pecho. Valeria y Alejandro. Juntos. Sonriendo. En lo que parecía una cafetería del centro de Madrid.
—Hijo de puta —murmuró entre dientes, arrojando el teléfono sobre el escritorio de su despacho.
Las imágenes habían llegado esa mañana desde un número desconocido. Sin mensaje, sin explicación. Solo las fotografías que mostraban a Valeria inclinándose hacia Alejandro, riendo con complicidad, tocando su brazo en un gesto que parecía demasiado íntimo.
Enzo se pasó las manos por el rostro. La rabia se mezclaba con un miedo que no quería reconocer. ¿Qué hacía ella con ese cabrón? ¿Por qué no le habí







