POV: Franco
La Cripta de los Moretti, conocida solo por unos pocos como la Capilla de las Cenizas, no estaba bajo tierra. Estaba excavada en la base del Vesubio, un laberinto de túneles de lava negra convertidos en mármol blanco. Era la cuna de nuestro linaje, y el lugar donde mi padre, el Dueño, había decidido escenificar su prueba final.
Helena y yo caminábamos a través de la oscuridad opresiva, flanqueados por Sofía, la niñera traidora, que ahora nos servía de guía, con una linterna táctica pegada a la sien. La usábamos como moneda de cambio, una garantía de que Sofía viviría si cooperaba.
—El acceso principal está asegurado con una cerradura biométrica —susurró Sofía, su voz áspera. —Pero hay un pasaje de servicio que usábamos para llevar suministros al Dueño. Solo Dante y yo lo conocemos.
—Llévame allí, y tu vida será tuya —dije, mi voz era un gruñido.
La tensión entre Helena y yo era una cuerda de piano estirada hasta el límite. Estaba vestida de combate, armada con una Glock y