Capítulo 61. Sombras de culpa
El reloj marcaba las seis de la tarde cuando Johan decidió enfrentar a Darren. Había pasado días recopilando la información, atando cabos, y aunque no era hombre de dramatismos, aquella vez no podía evadir la sensación de que llevaba dinamita entre las manos. Caminaba con paso firme por el pasillo de la clínica, consciente de que cada segundo que retrasara esa conversación alargaría el dolor de todos los involucrados, especialmente el de Leiah.
Golpeó la puerta de la oficina de Darren. El hombre, rodeado de documentos y planos, levantó la mirada con una mezcla de cansancio y desdén.
—¿Qué sucede, Johan? —preguntó, sin apartar del todo la vista de la pantalla de su computadora.
Johan cerró la puerta tras de sí. No quiso sentarse. La tensión en su pecho le impedía relajarse.
—Necesito hablar contigo… y no es algo que pueda esperar.
Darren se enderezó en la silla, desconcertado por el tono grave de su amigo.
—¿Qué pasa? Estás actuando como si alguien hubiera muerto.
Johan apretó l