Era la hora de la cena y Junior no bajó al comedor. Su padre, enojado, mandó a una de las empleadas a buscarlo.
Un grito desgarrador se escuchó desde el piso superior, y todos corrieron hasta la habitación del joven. La escena que encontraron fue aterradora: Junior estaba tendido en el suelo sobre un charco de sangre. Se había cortado las muñecas.
Carlos, desesperado, lo tomó en sus brazos y salió corriendo hacia el auto para llevarlo al hospital. El estado del joven era crítico, y al llegar, los médicos se hicieron cargo de él de inmediato.
Carlos estaba completamente destrozado. Su hijo significaba todo para él, y exigió a Michael que investigara qué lo había llevado a intentar quitarse la vida. Además, pidió al personal del hospital que guardara absoluto silencio sobre lo sucedido; no quería que la noticia se propagara por el pueblo. Necesitaba respuestas, necesitaba saber qué había llevado a su hijo a tomar una decisión tan drástica.
La familia, desconcertada, le pidió a Michael q