Sofía decidió ponerle punto final a las habladurías, no pensaba hacer de su vida un circo ya bastante había tenido que actuar cuando su matrimonio comenzó, ahora que no tenían una farsa que sostener, ni personas que engañar, porque su relación y amor era auténtico y genuino, no pensaba exponerse de la misma forma que lo hizo luego de casarse, y sabía muy bien cómo a callar todos los rumores, y lo haría todo antes de ir a dormir, para que así la mañana los recibiera a todos mucho más tranquilos, pero por sobre todo, Sofía no quería que pasarán más de 24 horas publicando que su matrimonio y el de Alexander había sido un acuerdo, un mero engaño, sabía que lo mejor que podía hacer era terminar con aquella noticia lo antes posible, por lo que apenas llegó a la sala y asegurándose de que Evelyn no estuviera cerca, marcó el número del médico de la familia, quien atendió al segundo toque.
—¿Diga? —dijo con voz somnolienta el mayor.
—Doctor Cáceres, disculpe la hora, soy Sofía Thomson.
—Señora