Capítulo Ciento trece.
Y mientras Dylan era absorbido por los fantasmas de sus actos, el médico se ponía en contacto con Lucero Bach, para informarle del accionar de Dylan, algo que encendió las alertas en la matriarca de la familia, Dylan al fin estaba saliendo del pozo oscuro donde él mismo se había arrojado luego de la muerte de Riny, pero eso no significaba que dejara sus demonios atrás.
Lo primero que Lucero pensó fue que Aria estaba en peligro si Dylan llegaba así sea suponer, que ella lo estaba engañando, nadie sabía lo que podía suceder, entonces comenzó a realizar sus llamadas, la primera fue al hospital Bach, donde Dylan se había sometido a una vasectomía, la segunda fue al propio Dylan para dar la orden de que se presentara en su oficina.
—¿Qué es lo que sucede?, ¿para qué me necesitas? —aquel que ingresaba no era el Dylan que ella conocía, no había rastro del Dylan arrogante y autodestructivo que una vez conoció, este más se parecía a un ser humano cargado de pena y amargura, aunque no de triste