79. La Trampa Perfecta
Habían pasado dos semanas desde que Isidora bloqueara definitivamente a Amy de su vida. Dos semanas de paz relativa enfocándose intensamente en su carrera emergente, respondiendo correos interminables de compradores interesados, diseñando meticulosamente bocetos para su primera colección independiente que llevaría solo su nombre.
Dos semanas de reconstrucción personal y sanación gradual.
Diego había sido increíblemente respetuoso del espacio emocional que ella necesitaba mientras aún permanecía consistentemente presente en su vida de maneras que importaban. Cenas dos o tres veces por semana en restaurantes tranquilos. Mensajes de buenos días que la hacían sonreír genuinamente. Apoyo emocional sin presión o expectativas asfixiantes.
Era bueno. Sorprendentemente bueno considerando todo el caos de los últimos meses.
Por eso cuando Amy apareció sutilmente en la vida de Diego, ninguno de los dos sospechó inmediatamente sus verdaderas intenciones venenosas.
Diego estaba trabajando en su gale