7. Las Reglas del Juego
Matteo no estaba en la mansión cuando Isidora se despertó. Su lado de la puerta doble permanecía silencioso. La primera mañana en la jaula de cristal se sintió extrañamente vacía. Isidora había dormido apenas dos horas, acurrucada en una esquina del sofá, con el cuaderno de diseños como único escudo.

Había esperado el conflicto. Pero el silencio de su lado había sido la burla más efectiva a su desafío. Matteo no había entrado. Su orgullo era tan inmenso que prefería ignorar su rebelión a confrontarla por algo tan... íntimo.

Se levantó, se duchó y se puso el único vestido que no era de monja o de luto: un sencillo diseño color crema que había empacado ella misma. Bajó las escaleras buscando la cocina. . La mansión era un laberinto silencioso.

Encontró a Caterina, la sirvienta, en una sala de estar lateral.

—Buenos días, señorita Isidora. El desayuno está en el pequeño comedor.

—Gracias, Caterina. ¿Matteo ya desayunó?

—El señor Franzani rara vez desayuna aquí. Le dejó un mensaje con el p
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP