Capítulo – El Autito Rojo
Seis meses habían pasado desde aquel día tenso frente a la casa de los Martínez.
Seis meses en los que la sombra de Fabricio se mantuvo al margen, contenida por trámites judiciales y abogados que intentaban —sin demasiado éxito— limpiar su nombre.
Durante ese tiempo, Alejandra se mantuvo fuerte. Siguió con el proyecto de la clínica, con su relación cada vez más firme con Damián, y con el corazón aferrado a la sonrisa de Alejandro, que crecía sano, feliz, y rodeado de amor.Atras habían quedado las crisis de asma.
Pero ese día... ese día había llegado el turno de presentar las muestras para la prueba de ADN.
Aunque Alejandra había sido clara —"No es necesario, todos sabemos que es su hijo"—, su abogado recomendó colaborar, para dejar en evidencia que ellos no tenían nada que esconder.
El procedimiento fue rápido, sin sangre ni lágrimas. Solo un hisopo bucal y algunos cabellos recogidos con guantes. El niño, como buen curioso, miraba todo con una mezcla de