Capítulo — Conversaciones del Corazón
Era una tarde templada, en Colonia ,  Julián dormía plácidamente en el sillón y había caído rendido después de la escuela, con una sonrisa diminuta, mientras Julia terminaba de ordenar el living. Alejandro estaba arreglando los planos en su rincón  de trabajo .Recién había llegado de Montevideo donde había ido a una reunión de equipo.  Aquella imagen bastaba para llenar de ternura toda la casa.
El timbre sonó.
Julia se limpió las manos y fue a abrir, sin imaginar la sorpresa que la esperaba.
—¡Aydén! —exclamó al ver a su sobrino parado en la puerta.
Él sonrió con ese aire encantador que siempre lo caracterizaba.
—Hola, tía Julia. ¿Se puede pasar?
—¡Por supuesto! —respondió ella, abrazándolo con emoción—. No puedo creer lo lindo que estás…
Detrás de él apareció Milagros Saavedra, la hija de Clara y Martín. Julia sonrió al reconocerla enseguida.
—Milagros… qué linda estás, mi amor. No puedo creerlo, te tuve en brazos cuando eras una bebé, en el cum