Capítulo 34

VIOLA

Los días posteriores a esa confesión fueron extraños: tranquilos por fuera, pero turbulentos por dentro.

Lucas y yo ya no nos comunicábamos. Ni mensajes, ni llamadas, ni saludos incómodos en la galería como de costumbre. Parecíamos retirarnos en silencio, cada uno ocupado con las heridas que nos habíamos infligido mutuamente.

Y en medio de ese vacío, el mundo seguía girando.

Andreas finalmente vino a verme después de meses de evitarme. Recuerdo que esa mañana estaba sentada en el jardín detrás de la galería, observando a los pajaritos posados en la cerca. El cielo estaba nublado, pero por alguna razón, ese día ya no me sentía pesada.

Entonces escuché pasos pesados detrás de mí.

—Viola.

Me di la vuelta. Andreas estaba allí de pie, con una pequeña sonrisa rígida, con el rostro más delgado que la última vez que lo vi. En la mano llevaba una taza de café que estaba casi fría.

—Pensé que nunca volverías —le dije sin girar completamente la cabeza.

—Yo también lo pensé —se sen
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App