Siempre había sido así en el pasado también... no importaba lo que hiciera o dijera, él siempre me daba la espalda.
—Arresten a Lucía Navarro. Intentó asesinarme al atacarme. Pueden verlo en las grabaciones. La quiero tras las rejas sin más demora —siseo, dándome la vuelta y saliendo de la estación.
Otra verdad es que... sin importar lo que Lucía hiciera o dijera... Esteban nunca le dio la espalda como me la daba a mí.
Para él, ella siempre fue lo primero y aun ahora, sabiendo que tuvo parte en la muerte de su hijo, vendrá corriendo a salvarla. Ahí será cuando acepte el divorcio. Para salvarla, me dará la espalda una vez más.
Siempre se había tratado de sentimientos. Esteban Calderón, incluso cuando se preocupaba por mí, me hacía sentir inferior a mi hermana.
Al salir, vi el sol ocultándose en el cielo. La melancolía me envolvía como una manta espesa, negándose a soltarme. Verme en esa situación de nuevo me ha robado otro pedazo del corazón.
Las piernas se me temblaban y los brazos me