Capítulo 42
Tristán

—A la señorita Navarro le suministraron un afrodisíaco muy potente. Es dañino para su cuerpo y su cerebro. Menos mal que me llamaron a tiempo, señor Rivera —reveló el doctor, quitándose los lentes gruesos y vol teándose hacia mí.

Al instante, mis ojos se dirigieron hacia la chica que dormía en la cama, ahora desnuda bajo las sábanas.

—¿Cómo está ahora? —pregunté.

—Estará bien después de descansar esta noche —suspiró, recogiendo sus cosas.

Le había puesto una inyección, posiblemente algún antídoto, y Gracia se había quedado dormida de inmediato.

—Pero si despierta durante la noche, por favor llámeme otra vez, señor Rivera —añadió.

—Quédese en la habitación de al lado. No se va a ningún lado esta noche —anuncié, dirigiéndole una mirada neutral.

El doctor se puso tenso, sus ojos voltearon hacia Lucas, que estaba detrás de mí. —P—Por supuesto, señor Rivera, me quedaré todo el tiempo que me necesite.

—Bien. No se duerma —le dije antes de pasar junto a él y acercarme a Gracia.

—Vamos
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP