Miro despectivo al profesor que se ha caído de rodillas por el peso de sus acciones y al director que juró que todo estaba bien, cuando realmente su activo más importante estaba siendo maltratado en silenco. Normalmente no disfruto de ver a alguien siendo maltratado, pero hay excepciones que se deben disfrutar por el alto daño que son capaces de hacer.
—Director, aún no me ha respondido. —Habla Gio sin dejar de teclear en su celular —. Mi compañera está a venir, y si no quiere tener problemas con ella, más le vale que solucionemos esto en este instante.
Miro divertido la escena, si Mena llega haciendo sus escenas por lo que está pasando quizás termine cancelando las clases por investigacion. No voy a mentir, la idea me gusta mucho.
—Yo... no sé que decir. —Admite con gesto culpable, casi pareciendo arrepentido por lo que acaba de pasar y por lo que pasó por alto —. Primero que nada, joven Miena, me queiro disculpar con usted por el maltrato que hizo nuestro profesor, le prometo que