Comenzó siendo un juego, tan inocente e infantil que ignorar el peligro era más que natural. Comenzó siendo un juego, sí, pero pronto dejó de serlo. La muerte rondó tan cerca, augurando su victoria, que solo le quedó hacerse una profesional. Un arma letal, le decían. Tan peligrosa como atractiva. Nadie podía vencerla. Al menos no hasta que llegó él: deliciosamente caótico, capaz de dominarle con uno solo de sus dedos. No debían encontrarse. Ni un mirada ni un roce ni una palabra, mucho menos una noche entera. ¿El problema con los incendios? Hay que enfrentar las llamas.
Leer másDos semanas atrás:
Solo un beso.
Uno sensual, de esos que te roban el aire y te calientan desde adentro.
Un beso hambriento, desesperado. De aquellos que se saborean por completo mientras las manos degustan cada centímetro de tu cuerpo.
Un gesto apasionado y animal, donde las lenguas se encuentran trazando su propio camino mientras los labios se devoran con ansias.
Sí, de ese tipo de besos que debilitan las piernas y roban el aliento, de aquellos besos que deberían ser ilegales por lo adictivos que resultan.
Por lo adictivos, lo peligrosos... y lo asesinos.
Al chico que tenía frente a mí, extendiendo su mano para que la tomara, debía atribuirle el mejor de los besos que acabo de mencionar.
Quizás era experticia mezclada con talento. Quizá, no me preparé lo suficiente para lo que venía cuando aquellos ojos azul cobalto se posaron sobre mi en medio de todas las personas en el club.
Admito que su mirada penetrante provocó que bajara la guardia y llegué a distraerme con la manera en que algunos mechones negros se pegaban a su cuello cubierto de sudor. Era atractivo, más de lo que podía esperarse de algún extraño que ignoraba la manera en que su camisa se ceñía a sus músculos.
Aun así, antes de lo que creí, había pegado mi cuerpo al suyo mientras las vibraciones de la música ni siquiera hallaban espacio para pasar entre ambos.
Entonces, me besó.
Lo he dicho. Ese chico, de quizá unos veinticuatro o veinticinco años, besaba como los dioses y no podía evitar imaginarme el paraíso que se hallaba más allá de sus labios.
Algo que seguramente notó, porque se separó de mí con una sonrisa retadora y conforme extendía su mano, agregó—: Solo será una noche.
Intercalé mi mirada entre mi objetivo inicial y su oferta y, en medio del latir de mi corazón, la música estridente y la falta de aliento, finalmente contesté.
—Tengo hasta la medianoche.
—¿Acaso se acaba el hechizo, princesa?
Jaló de mi al sentir mi agarre, llevándome en su dirección y atrayéndome con una de sus manos en mi cintura.
—No soy una princesa— refuté, a lo que mordió su labio inferior inclinándose hasta mi oído.
—Que bien, porque mi estilo es bastante alejado al de un príncipe.
Sonreí de vuelta, encontrando terriblemente tentadora su voz y echándole un último vistazo a la habitación que dejábamos atrás.
Volvería en un par de horas, de eso estaba segura.
Después de todo, a la media noche, debía asesinar a alguien.
* * * NOTA DE LA AUTORA * * *
¡Hola a todos! bienvenidos a su nueva familia y la que se convertirá en su nueva obsesión <3
Mi nombre es Faith y podrán encontrarme como @FortisSomnia en todas las otras plataformas con más historias que leer.
Quiero agradecerles por estar aquí, me llena muchisimo de ilusión y, por ello, me gustaría pedirles que guarden la historia, la recomienden y me dejen sus comentarios. ¿Qué les ha parecido la trama? ¿Listos para la carga de acción, romance y escenas tremendamente candentes que se viene?
¡No duden en dejarme cualquier pregunta!
Estaré actualizando seguido ya que llevo una buena parte adelantada así que no se despeguen que lo que se viene... les hará volar la cabeza y los dejará como sol de verano * guiño guiño*
Los ama desde ahora,
Faith.
* * * 14. JUEGOS PELIGROSOS * * *Dagger detuvo el auto en un campo vacío y olvidado, adentrándose en medio de largos pastizales que cubrían hasta la mitad de las ventanas.Apagó el motor junto a las luces y se apoyó en el espaldar de su silla para observarme.— Y bien...— comencé, encontrándonos apenas iluminados por la poca luz que una farola no muy lejana proporcionaba— ¿Me trajiste aquí para asesinarme con estilo?— ¿Con estilo?—cuestionó este levantando una ceja, a lo que me encogí de hombros.— Ya sabes, un taxi viejo, un campo olvidado, una chica sola, nadie lo suficientemente cerca como para escuchar sus gritos.Esbozó una sonrisa ladeada, mordiendo su pulgar ente sus dientes.— ¿Qué tipo de gritos?
* * * 13. ASÍ ME GUSTA * * *Un par de pasos resonaron junto a mi cabeza, justo al tiempo en que le vi agacharse a mi lado, tildando la suya con algo de gracia.— ¿Por qué no te veo sorprendida?— cuestionó Dagger, jugueteando con el arma recién disparada entre sus manos.Gruñí por lo bajo, haciendo a un lado el cadaver de la chica con un gesto de disgusto luego tras tener sus fluidos sobre mi.— Te demoraste — Solté, sacudiendo mi cuerpo mientras tomaba de nuevo el celular entre mis manos. Me dedicó una mirada cuestionante — ¿Acaso creíste que no te vi? Puedo oler esa esencia a prepotencia y acoso inminente que emanas a calles de distancia — le eché un vistazo, encontrándolo completamente incrédulo y divertido mientras mi dedo viajaba
* * * 12. RÁPIDO Y SEGURO * * *Mi mirada se centró en la puerta que marcaba las escaleras de emergencia casi al tiempo en que la alarma por el fallo del ascensor resonó por el edificio.Entré en el lugar, apenas iluminado y, como había visto en los planos, sin ninguna cámara en aquel piso. Bloqueé la puerta y de inmediato, abrí la que resultaba la única ventana disponible luego de que toda la estructura colindara con un edifico que terminaba al menos unos 4 metros más abajo.Con un punto de apoyo en la baranda, no demoré en atar una soga retráctil que me permitió deslizarme hasta la siguiente azotea. Guardé los elementos en mi bolso, reajustando el dispositivo de pulsos magnéticos para que interfiriera la nueva señal y de inmediato desabotonando la parte superior del vestido rojo que l
* * * 11. Ángel * * *El auto se detuvo frente al bar del Golden Throne sobre las ocho y cuarenta y cinco de la noche. Según el mensaje que había recibido aquella tarde, el sujeto que buscaba se encontraría ahí a las nueve.Revisé una vez más el objetivo que titilaba activo en mi celular:" Hombre. 36 años.> Cargos: Difusión y venta de contenido sexual de diversas mujeres sin su consentimiento. Periodo activo de 10 meses. Inducción de un suicidio hace 2 semanas.Viernes, 9:00 pm, Hotel Golden ThroneRecompensa: 900 dólares"Una sonrisa se extendió por mi rostro al saber que le daría fin a ese bastardo, pero sobre todo, al saber que despuésde diez días, la a
* * * 10. CULPABLES * * *La mujer que hacía las veces de enfermera salió con el oficial de policía, el cual le había comenzado a coquetear descaradamente, con la excusa de necesitar su testimonio acerca de la herida que recién había curado en mi mano.Negué un par de veces, divertida por lo que sería mi momento de escape y me puse en pie, sacudiendo algunos trozos de gaza que habían quedado sobre mi regazo.Atravesé la habitación con tranquilidad, rodeando las camillas y apresurándome a sacar mi celular para buscar alguna respuesta de la morena.
* * * 9. VERDADES * * * Tragué en seco con un asentimiento que pretendía esconder el vacío en mi pecho al escuchar sus palabras y, sin saber qué decir, avancé bajo la cinta mientras un par de hombres, entre sus treintas, nos abordaban de inmediato. — Oficial Wayne—dijo el primero, una especie de aprendiz que parecía estar a su cargo — el equipo de criminalística que ordenó acaba de llegar al sitio y están interrogando al sospechoso—Nicholas asintió en agradecimiento— En cuanto a la victima, tan pronto como le encontramos le llamamos, posee un único disparo en la cabeza, pero evidencia señales de lucha. Sus muñecas tienen marcas y parece que estuvo atado sus últimos mi
Último capítulo