Sebastián es un hombre frío y despiadado. Desde la primera vez que puso sus ojos sobre ella, la convirtió en su obsesión, tanto que mientras más es rechazado por Catalina, más el se empeña en doblegar. Cata es una joven humilde e inocente, que viene del campo a instalarse en Buenos Aires para probar suerte, debido a que su economía está destruida. Sin imaginar que su vida monótona cambiara para siempre, el día que se cruze en el camino, de este ser cruel, de belleza perversa.
Ler maisBuenos Aires ( fuerte apache )
"Catalina Gutiérrez"
Otro sábado más, en mi aburrida vida. Tomo la pizza en caja de mi congelador y la saco de su envoltura, para llevarla al hornito eléctrico, que se encuentra en mi diminuta cocina. Pongo el temporizador, mientras observó, afuera, la ventana que da a la destartalada escalera, en el viejo edificio donde hábito. Este se cae a pedazos, debido a todas las reformas que necesita. Pero no puedo quejarme, es lo único que puedo pagar, con mi salario mínimo de empleada de limpieza. No tengo familia, solo una amiga que también es mi compañera de trabajo, aunque ella está en la parte de recepción, por qué es una chica de estudios y al contrario mío, lleva una vida social activa. El sonido del reloj me alerta que la pizza ya está en su punto. La saco del horno y la coloco en un plato, tomo la latita de coca cola "soy fan de la coca cola y las papas fritas" de echo ¡amo la comida chatarra!
Cuando me lo estoy por dirigir con mi alimento, al sillón que se transforma en cama, para ver en mi tv antigua, alguna película del cable. Escucho el chillido de las llantas de un auto al estacionarse. Me asomo por mi ventana y observo hacia abajo, como mi amiga, Yesica, baja de un vehículo. Vestida con un traje de gatúbela, súper sensual y un antifaz negro brillante a juego, con sus tacones de brillos. Frunso el ceño, hasta que mi amiga grita a todo pulmón- caty ¡mi pequeña caty! sal de tu escondite que hoy llegó el día... que obtendrás el mejor polvo de tu vida.. casi se me cae la bandeja de la mano, por el temblor que me sacude, al escuchar las palabras de mi amiga. rápidamente deposito la bandeja arriba de las cocina y avergonzada tapo mi rostro con un mano, y con la otra le hago una señal para que suba de prisa, al notar que algunos vecinos están investigando que es todo este alboroto, mientras otros silban, incentivando a mi amiga a los gritos- caty, sal que gatúbela quiere jugar con Batman.. provocando las carcajadas de mi amiga ¡¿Dios ya está borracha?! pero si son las 22:00 pm. Miro la hora en la tv. Yesica sube por la escalera que da a mi ventana, riendo como estúpida. Al ingresar a mi hogar, me tira unas bolsas a mis pies. Me cruzo de brazos y le reclamo- me podés decir ¡¿que es todo este alboroto?! ¡se me cae la cara de vergüenza con mis vecinos!.-Yesi, solo sonríe de lado y saca de adentro de las bolsas, un traje de mucama, súper corto con un antifaz blanco de terciopelo y exclama- ¡amiga, hoy es tu noche! estoy cansada de verte sola y aburrida, encerrada dentro de estas cuatro paredes. ¡tenés 22 años y pareces de 40! ¡¿sino es ahora, cuando vas a disfrutar de los placeres que te da la vida?!.-bufo, detallando el traje que raja lo indecente, luego me observó a mi misma, enfundada en mi pijama de canarios amarillos, pantuflas de pompones y afirmó- Yesi, sabes que esa vida loca de fiestas y alcohol no es para mí. Soy una chica de campo, sin gracia que... ni con esto- señaló el traje de mucama- puedo atraer a un hombre y sin olvidarme de mencionar que nunca bese a nadie en mi vida ..mi amiga se acerca a mi con pena y toma mis brazos con suavidad para suplicar- Por favor, hacelo por mí, una noche, una fiesta de disfraces dónde... nadie te reconocerá, si vos no lo deseas. No tenes que revelar tu identidad. Asistirán desde políticos hasta famosos y dueños de grandes empresas. -Ella me abandona un segundo para buscar dentro de su bolso, dos tarjetas fluorescentes y dice con orgullo- somos afortunadas, por qué yo tengo dos pases vip, así que te lo imploró. Hace el intento de por una noche, tratar de desinibirte para divertirte al máximo. Olvídate de tus propios prejuicios ¿si?- pone sus manos en forma de suplica- ¿que decis?. -Suspiro, sabiendo que me voy a arrepentir, pero, no puedo negarle nada a mi amiga que es como mi hermana, me ayudó tanto en esta provincia desconocida para mí, fue mi guía.- está bien, pero-levanto mi dedo- no digas que no te lo advertí, cuando arruine tu noche.Yesi da un alarido alegre y me abraza- no te preocupes, eso no va a pasar, deja todo en mis manos, que yo me voy a encargar de prepararte.
Una hora después estoy anonadada, mirándome frente al espejo de cuerpo entero, pegado a mi puerta. El uniforme de mucama se pega a mi figura, afinando, aún más, mi cintura delgada y el escote delantero me hace poner colorada ¡jamás use algo tan corto y atrevido! se que no tengo grandes atributos, pero el relleno del corpiño, produce que mis senos pequeños aumenten su volumen y las medias de nailon hasta mis muslos parecen de cabaretera, ni hablar de la pollera del traje, el tableado provoca que al caminar la tela se levanté hasta el inicio de mis nalgas ¡Dios mío! menos mal, que llevo antifaz, así nadie me reconocera al salir del edificio. Por último, observó mi cabello, es lo único que me gusta como se ve de distinto, siempre lo llevo en un rodete, pero está vez, mi amiga, lo lucio, dejandolo libre y me creo unas ondas con su buclera que llegan hasta mi cintura. Yesi habla detrás de mi-¡Cats! viste que nadie es feo, solo somos pobres. Nos miramos a los ojos y reímos juntas. Salimos del edificio por la escalera que da a la calle, con sigilo, no quiero que nadie nos vea así vestidas.
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Bajamos del taxi en un lugar súper iluminado y veo un edificio inmenso, frente nuestro, con estilo de Castillo. Alrededor, autos de lujo, estacionados por doquier. Ferraris, Lamborghinis, descapotables hasta hailux. solo conozco las marcas por qué estoy cansada de ver, estos modelos millonarios de los clientes, que concurren diariamente, en la empresa donde trabajo. Mis nervios aumentan al acercarnos a la entrada por un camino empedrado, me tomo inconsciente del brazo de mi amiga, ella me mira sonriente y me calma- relájate, vos seguime la corriente y no te alejes de mi lado. Este lugar destila, poder y riqueza... pero creeme que a veces los de la alta sociedad, son los más cerdos e hijos de puta. No sé a qué se refiere con eso, ya que ella está más acostumbrada a este tipo de fiestas y entorno, mientras... yo no sé con lo que me voy a encontrar adentro.
OMNISCIENTEEl excéntrico descapotable se detiene en la puerta de una boutique vip que viste a damas de la alta sociedad. Sebastián baja del asiento del conductor y se prende el único botón de su esmoquin negro que está confeccionado a la medida, resaltando su perfecta musculatura. Rodea el vehículo de lujo, para abrir la puerta del copiloto e extiende su mano para que la tome, Catalina al bajar. La joven mira las vidrieras frente a ella y observa los llamativos escaparates con maniquíes luciendo ropas de diseños exclusivos. Alza su mirada a su amado sin soltar su mano e inquiere con duda.–Seba ¿Que hacemos acá?El atractivo hombre hala la mano de la joven y pega su cuerpo así pecho, luego se inclina hasta su estatura y besa su frente, baja sus labios hasta tocar los de ella y entre besos le confiesa.–Vamos a prepararte, para darte el lugar que mereces a mí lado, cómo mí mujer, mí amada y la dueña de mí corazón. Esta noche te proclamare cómo la única dueña de mí vida.Los jóvenes se
SEBASTIÁN–¡Puta madre!–Maldigo al caerse mí camisa en el suelo del vestidor. Me inclino a tomarla y un dolor agudo atraviesa mis costillas–¡Sofía! ¡Sofía!–La llamo a los gritos repetidamente y al escuchar el sonido de los zapatos en el suelo, cada vez más cerca, espero impaciente. Cuando la veo ingresar toda arreglada y perfumada le reclamo.–¡¿Donde mierda estabas?!–Amorcito ¿por qué me hablas así?–se acerca a mí lado. Vislumbra el motivo de mí mal humor, levanta la camisa del suelo y me ayuda a colocarla correctamente mientras abotona cada botón en su ojal e exclama–¡Me estaba poniendo hermosa para vos!–Trata de darme un beso que rechazo y le recuerdo irritado.–Sabes muy bien, que es tu deber de esposa, ayudarme cuando te necesito.–¡Ah claro ahora soy tu esposa! ¿no? Pero cuando te revolcaste con esa zorra y casi pierdes la vida por su causa, no pensaste en mí ni por un instante.Quitó sus manos decoradas con uñas perfectas de manicuría y me encamino hacia la puerta del dormitor
CATALINAHace una semana que estoy internada junto a el. Me incorporo de mí asiento donde duermo, metafóricamente, ya que casi no pego un ojo en toda la noche, debido a la ansiedad que no me deja respirar, solo lo dejo cuando voy a ducharme y salgo de la habitación para alimentarme. El doctor me informo que sería antihigiénico que ingresen alimentos a la sala de cuidados intensivos y solo me permitió quedarme a su lado, por qué los guardaespaldas de seba, le informaron que yo era una persona importante para su mejoría. El doctor al verme dormir en el suelo de la entrada y negar a irme, sin importar su mal trato, no tuvo más remedio que dejarme permanecer a su lado. Me levanto y acaricio su bello rostro con un largo suspiro, apoyo mí cabeza sobre su pecho, escuchando los latidos suaves de su corazón mientras hago círculos en su pecho y le hablo cariñosamente, cómo hago todos los días a cada momento, lo beso, lo acaricio y le hablo con amor incitando a qué regrese a mí. Se que me escuch
CATALINA Voy abriendo con dificultad mis ojos e enfoco la silueta borrosa de alguien que me sostiene por los brazos y me zamarrea intentando que termine de reaccionar. –¡Catalina! ¡Despierta! ¡Mierda! No me hagas esto... Se quien es el dueño de esa voz grave que ahora me llama en un tono desesperado que antes jamás logre oír y al lograr verse nitida la imagen ante mis ojos, pienso en mí interior, tampoco verlo en este estado. Cuando la situación que estamos atravesando vuelve a mí raciocinio... con lágrimas en mis ojos le susurro conmovida. –S..seba... ¿Estás vivo? Pensé que jamás volveríamos a vernos... Yo... Yo... te... A.. Levanto mí mano temblorosa y la apoyo con suma delicadeza en su rostro hinchado.. casi desfigurado por los golpes y el maltrato recibido. Mi corazón sangra por sus heridas, mis lágrimas son incontenibles y el nudo que se forma en mí garganta, me impide expresar todo lo que tengo guardado. Sebastián apoya su mano sobre la mía, que permanece en su mejilla y com
SEBASTIÁNCon una fuerza descomunal rompo las mordazas de mis brazos, para proceder a desatar las amarras de mis pies con desesperación al ver a mí pequeña desmayada en el suelo. Por suerte mí gente llego a tiempo para abatir a este hijo de puta, antes de que catalina cometiera una locura. A pesar de que vine solo, como me solicito esta escoria, dispuesto a entregarme para ser sometido, torturado y humillado hasta la muerte si fuese necesario, con tal de que mí pequeña, nunca más caiga en sus manos. Su seguridad es mí prioridad, por qué no podria estar en un mundo donde no estuviera ella. Eso me es inconcebible e inaceptable, después de conocerla y tenerla entre mis brazos. Su existencia es vital para mí, tanto como el aire que respiro. Es y siempre será ella antes que yo.FLASHBACKSaco a mí esposa a las rastras de la habitación. Está fuera de si. Maldiciendo a diestra y siniestra. Cuando llegamos a nuestra habitación lo primero que hace es reclamar.–¡Ya comprendro! tu interés repen
CATALINAAl ingresar siendo empujada por mí verdugo caigo de rodillas al suelo y apoyo mis manos en el piso de mármol, para amortiguar el golpe. Escucho la puerta ser asegurada detrás de mí. Pero, nada me preparo para el impacto que recibo al ver delante de mis ojos semejante escena. Lentamente mí visión va subiendo ante unas botas negras que están prácticamente teñidas de un rojo carmesí, que se escurre desde los pantalones, también empapados del mismo líquido, hasta el suelo formando un charco de sangre. Mí alma cae al suelo cuando amarrado a una silla, inconsciente, detrás de un rostro inflamado por los golpes, muy lastimado por las cortaduras e ensangrentado me revela a ¡sebastián!–¡Sebastián!–Grito horrorizada y me levanto con el cuerpo temblando compulsivamente debido a la angustia que me azota, trato de alcanzarlo. Pero, unos brazos me envuelven de la cintura con fuerza deteniendo mi andar, seguido de un susurro a mí oido que petrifica mí ser.–¡Mí bella! te estaba esperando a
Último capítulo